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El PP de Madrid tiembla con sus "tres galácticos" de la mesa de la Asamblea

Mesa de la Asamblea

La Mesa de la Asamblea de Madrid, donde el Partido Popular cuenta con cuatro miembros, está envuelta en la polémica debido a la gestión de tres de sus figuras clave. Enrique Ossorio, presidente de la Asamblea y segunda autoridad de la región; Ana Millán, vicepresidenta primera, exalcaldesa de Arroyomolinos y número tres del PP regional; y Susana Pérez Quislant, exalcaldesa de Pozuelo y actual secretaria tercera, cargan con serias acusaciones e irregularidades que están afectando tanto a su partido como a los ciudadanos.

Ossorio, como presidente de la Asamblea de Madrid, ocupa el segundo puesto como autoridad de regional. Sin embargo, su gestión como consejero de Educación durante el gobierno de Isabel Díaz Ayuso lo ha colocado en una situación incómoda. Se han detectado más de 300 contratos fragmentados para centros de Formación Profesional con el fin de esquivar los controles legales. Las denuncias presentadas por Más Madrid y el PSOE han llevado estas irregularidades a la Fiscalía, que ya está investigando dos centros. La sombra de estos contratos a dedo empaña la imagen de quien debería representar la transparencia en la política autonómica.

Enrique Ossorio

Por su parte, Ana Millán, vicepresidenta primera de la Asamblea y figura de máxima confianza para Isabel Díaz Ayuso, también enfrenta un futuro político incierto. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha iniciado una investigación por cuatro delitos de corrupción en su etapa como alcaldesa de Arroyomolinos. El magistrado Francisco José Goyena será el encargado de llevar adelante el caso, que podría no solo amenazar la carrera de Millán, sino también la reputación del PP en la región, ya golpeado por otros casos de corrupción.

Ana Millán

Para agravar aún más la situación, la secretaria tercera de la Asamblea y exalcaldesa de Pozuelo, Susana Pérez Quislant, ha dejado una huella profunda en las finanzas del municipio. La actual alcaldesa, Paloma Tejero, enfrenta una gestión económica desastrosa, con más de 18 millones de euros en reconocimientos extrajudiciales de crédito, sentencias judiciales adversas y un gran número de facturas impagadas del mandato de Quislant. Este legado obliga a sanear las cuentas municipales, lo que ha impedido reducir impuestos e incluso deflactar el polémico tasazo de residuos. La pesada herencia de Quislant está pasando una dura factura tanto a Tejero como a los vecinos de Pozuelo, una situación de la que la presidenta Ayuso ya está al tanto.

Susana Pérez Quislant

Tres de los cuatro miembros del Partido Popular en la Mesa de la Asamblea de Madrid están inmersos en escándalos que, lejos de disiparse, parecen abocados a un desenlace en los tribunales o a una posible intervención del propio partido. La falta de transparencia, las investigaciones judiciales y una gestión económica nefasta manchan a estas figuras clave del PP, afectando tanto a la región como a municipios como Pozuelo y Arroyomolinos. Ya son varios los diputados del PP que anticipan “un movimiento ordenado por la presidenta Ayuso y un golpe encima de la mesa que podría alterar el futuro de estos miembros en posiciones tan relevantes”.