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Compra una vitrocerámica en MediaMarkt y le llevan el paquete arrastrándolo por el suelo

MediaMarkt

Un cliente de MediaMarkt ha compartido una queja sobre una entrega que deja mucho que desear, relatando una experiencia con el reparto de una placa vitrocerámica que fue, cuanto menos, deficiente. Según el cliente, el repartidor llevó la caja arrastrándola por la calle en lugar de transportarla de manera adecuada con una carretilla o algún otro método que protegiera mejor el electrodoméstico.

Este detalle ya generó la primera molestia del comprador, ya que una placa vitrocerámica es un electrodoméstico frágil que requiere cuidados adicionales en su transporte para evitar cualquier tipo de daño. Sin embargo, lo que más enfadó al cliente fue la negativa del repartidor a recoger la antigua placa vitrocerámica, un servicio que ya estaba contratado y pagado previamente como parte del proceso de entrega. Pese a que el cliente mostró la factura donde constaba este servicio adicional, el repartidor se negó en repetidas ocasiones a realizar la recogida, alegando que solo estaba encargado de la entrega y no de la retirada de productos antiguos. Con estas palabras, abandonó la vivienda sin completar el servicio que el cliente había solicitado y pagado.

Ante esta situación, el cliente se vio obligado a elevar la queja y expresar su indignación con MediaMarkt a través de su servicio de atención al cliente. En su mensaje, reflejaba su frustración, no solo por el mal manejo del producto durante el reparto, sino también por la falta de cumplimiento del servicio completo que había contratado.

En respuesta a esta queja, MediaMarkt publicó un mensaje disculpándose por la mala experiencia del cliente, reconociendo que lamentaban lo sucedido. La empresa agradeció la crítica, indicando que la queja serviría para revisar internamente el servicio y buscar mejoras. Además, ofrecieron sus canales de atención al cliente para continuar la conversación y buscar una posible solución.

Esta situación no es aislada. Cada vez más clientes de grandes compañías de tecnología y electrodomésticos, como MediaMarkt, expresan sus frustraciones sobre la calidad de las entregas y la falta de cumplimiento de los servicios contratados. En este caso específico, el cliente no solo se encontró con un manejo inadecuado de un producto frágil, sino también con la falta de comunicación y organización por parte del personal encargado de la entrega. Esto revela una brecha entre las promesas de la empresa al contratar un servicio y la ejecución final, lo que afecta negativamente la experiencia del consumidor.

Además, este tipo de problemas puede tener repercusiones importantes para la imagen de la empresa. MediaMarkt se enfrenta al desafío de garantizar que los servicios adicionales que se ofrecen, como la recogida de electrodomésticos viejos, se cumplan de manera adecuada y en conformidad con lo prometido a los clientes. Las expectativas son claras: los clientes no solo esperan que el producto llegue en condiciones óptimas, sino que todos los servicios relacionados, incluidos los adicionales pagados, se ejecuten con profesionalismo y puntualidad.

Si bien MediaMarkt ha mostrado disposición para corregir la situación y seguir en contacto con el cliente, lo cierto es que este tipo de incidentes destaca la importancia de mejorar el servicio postventa y, en particular, la coordinación entre los repartidores y el servicio de atención al cliente para evitar futuros malentendidos y garantizar una experiencia de compra positiva.