Se fija en el "queso rallado" del Mercadona y ve que no es lo que aparenta: "Es mantequilla"

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Cada vez más consumidores son conscientes de los ingredientes de los productos que adquieren, especialmente en grandes superficies. Recientemente, el queso rallado de Mercadona ha suscitado debates entre clientes que advierten que este producto contiene menos queso del esperado y más componentes adicionales, como mantequilla. Esto ha generado cierta controversia y ha puesto en cuestión la transparencia de los etiquetados en los productos de supermercado.

¿Qué contiene realmente el "queso rallado" de Mercadona?

Un cliente de Mercadona comentaba que el queso rallado de la cadena, aunque contiene algo de queso, tiene un alto porcentaje de mantequilla. Según su observación, esto se puede deducir del propio etiquetado del producto, ya que Mercadona evita denominarlo “queso rallado”, optando por nombres alternativos como “Especial pasta” o “Especial fundir”. Esto, según varios consumidores, sería una estrategia para evitar el uso de la palabra "queso" y no incumplir con las normativas de etiquetado, dado que el contenido real de queso en el producto sería menor de lo que su presentación visual podría sugerir.

Especial pasta

Estrategias de etiquetado: ¿transparencia o ambigüedad?

El etiquetado de productos alimenticios en España está sujeto a normativas específicas que obligan a las empresas a ser claras con la denominación de los productos. Para que un alimento pueda etiquetarse como "queso", debe cumplir ciertos requisitos en cuanto a la proporción de sus ingredientes. En este sentido, si el producto contiene un porcentaje alto de otros ingredientes, como mantequilla, es probable que no pueda venderse bajo la denominación de "queso rallado". De ahí que el etiquetado en el queso rallado de Mercadona se limite a descripciones funcionales, como “Especial fundir” o “Especial pasta”, en lugar de “queso”, ya que su composición no cumple con la definición estricta de un producto 100 % lácteo.

Este tipo de etiquetado se ve también en productos como el “preparado para sándwich” o el “preparado para fundir” en otros supermercados, lo cual revela una tendencia en la industria de los alimentos a usar nombres genéricos para ajustarse a las normativas sin dejar de comercializar productos de costo accesible.

Opinión de expertos: un vistazo a la composición

Los nutricionistas alertan de que productos como el "queso rallado" o los preparados “especiales para fundir” pueden tener menos valor nutricional del que muchos consumidores creen. En un queso real, encontramos una buena proporción de proteínas y calcio, mientras que en los productos con componentes adicionales como la mantequilla o aceites vegetales, el contenido en grasas saturadas podría ser mayor, lo que podría impactar en la calidad nutricional.

Algunos expertos señalan que este tipo de productos no necesariamente deben evitarse, pero sí consumirse con moderación, y recomiendan leer siempre las etiquetas para entender exactamente qué se está comprando. "El consumidor debe estar atento al contenido nutricional y a los ingredientes listados, especialmente si busca un producto puramente lácteo", señala la nutricionista Ana López.

Recomendaciones para consumidores: cómo identificar productos auténticos

Para aquellos que buscan un queso rallado 100 % lácteo, la clave está en leer el etiquetado con detenimiento. En los supermercados, es posible encontrar quesos rallados de distintos tipos —por ejemplo, parmesano o mezcla de quesos— que en muchos casos tienen precios más altos, pero que garantizan una composición más próxima al queso tradicional. Además, algunas recomendaciones para identificar productos de calidad incluyen:

  1. Revisar la lista de ingredientes: Un queso rallado auténtico listará ingredientes exclusivamente lácteos, como leche, cuajo y sal.
  2. Evitar nombres ambiguos: Términos como “especial para pasta” o “fundir” pueden indicar la presencia de ingredientes añadidos como grasas vegetales o mantequilla.
  3. Observar el precio: Muchas veces, el precio más bajo puede indicar que el producto ha sido sustituido parcialmente por otros ingredientes de menor coste.

¿Responderá Mercadona?

Mercadona no ha emitido hasta ahora un comunicado oficial al respecto, pero la situación subraya la importancia de la transparencia en los etiquetados de productos alimenticios y el deber de informar de manera clara y veraz a los consumidores. En un contexto en el que el consumidor es cada vez más exigente con la composición de los productos, las grandes cadenas de distribución tienen la responsabilidad de mantener la confianza de sus clientes.

Este caso plantea la necesidad de que los supermercados y la industria alimentaria en general refuercen su compromiso con la claridad y precisión en sus etiquetados, permitiendo a los consumidores tomar decisiones informadas. Como mencionan los nutricionistas, la clave está en que cada cliente sepa interpretar la información en el etiquetado para entender mejor qué tipo de producto está llevando a su hogar.