Pierde un testículo por una negligencia y le indemnizan con 53.000 euros
El pasado 24 de diciembre de 2019, un menor de 14 años acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Don Benito-Villanueva con síntomas alarmantes: inflamación testicular, dolor intenso en el testículo izquierdo, que se agravaba con el movimiento, dolor en el área hipogástrica y fuertes náuseas acompañadas de vómitos. A pesar de estos indicios, tras una breve exploración física, la facultativa que lo atendió diagnosticó «varicocele» y prescribió ibuprofeno cada ocho horas, dando de alta al paciente.
Dos días después, el 26 de diciembre de 2019, el joven fue llevado al Hospital Universitario Severo Ochoa debido a la persistencia del intenso dolor e inflamación en el testículo izquierdo. Las pruebas diagnósticas realizadas revelaron que el testículo había sufrido una torsión testicular con dos días de evolución, lo que hizo imposible salvarlo.
La resolución administrativa, que respalda los argumentos del abogado de la Asociación El Defensor del Paciente, detalló las deficiencias en la atención médica inicial. Según el informe de la Médico Inspectora, «es obvio e incuestionable» que, al presentarse en el Servicio de Urgencias el 24 de diciembre de 2019 con inflamación y dolor en el testículo izquierdo, el menor mostraba un cuadro de escroto agudo. Desde el punto de vista médico, la primera sospecha diagnóstica debería haber sido una torsión testicular.
El informe concluye que la asistencia sanitaria prestada estuvo marcada por un error diagnóstico y la omisión de una ecografía doppler, procedimiento esencial en casos de escroto agudo. Este fallo fue calificado como una desviación significativa de la normopraxis, según el informe del Servicio de Inspección Sanitaria.
